Cómo ahorrar en calefacción

Con la llegada de las bajas temperaturas, habrás notado como tu factura de gas o de electricidad ha aumentado considerablemente. Es posible que estés utilizando erróneamente tu sistema de calefacción. Por eso sería adecuado que contemples las cuestiones que te señalamos a continuación.

• Aprovecha al máximo tanto la luz como el calor natural. Ya sabes que deben ventilar a diario tu casa, pero con diez o quince minutos será suficiente y no provocarás que la temperatura interior de tu hogar descienda. Cuando se haga de noche, bajas tus persianas y corre las cortinas para conservar durante más tiempo el calor.
• Regula la temperatura ambiente utilizando un termostato. La temperatura ideal para una vivienda está comprendida entre los diecinueve y los veintiún grados en invierno y veintiséis en verano. Con la ayuda de tu termostato podrás controlar el nivel de calor y mantener la temperatura de manera constante, de modo que, una vez alcanzada, dejará de funcionar y ahorrarás energía.
• Programa el horario de encendido. Si pasas gran parte de tu día fuera de casa, no es necesario que tengas la calefacción encendida, aunque sea a baja temperatura. Determina a qué hora debe empezar a funcionar para que sea confortable a tu llegada.
• Puesta a punto de los radiadores. Antes de comenzar a utilizar la calefacción, debes revisar, purgar y comprobar el adecuado estado de tus radiadores. Recuerda que si tienen acumulado aire en su interior, no van a calentar de la manera deseada. Tras dicha inspección, aprovecha para cerrar aquellos que no vas a utilizar de manera habitual.
• Busca posibles fugas. Si tienes fugas a través de las ventanas o puertas, es el mejor momento para que las arregles.
• Olvídate de ir en camiseta de manga corta por casa. Uno de los errores que cometemos es querer vivir como si estuviéramos en verano cuando está helando en el exterior. Para no desperdiciar energía, abrígate y ponte ropa acorde con la estación del año. Utiliza mantas para arroparte en el sofá y toma bebidas calientes que te regulen la temperatura. Esto te permitirá bajar considerablemente tu consumo sin grandes esfuerzos.