Cuando no se dispone de mucho espacio, es muy importante organizarlo de manera que visualmente no nos dé esa sensación de ahogo. Para ello, la decoración es fundamental a la hora de ‘agrandar’ esa zona, e independientemente de nuestro gusto personal, existen algunos trucos para que nuestro salón luzca amplio aun no siéndolo.

Empezando por el color que elijamos para nuestras paredes, está claro que el blanco es el color por excelencia, da luz y amplía el lugar. Si no quieres paredes blancas, puedes optar por colores pastel, pero recuerda que cuanto más claro, mejor. Igual de importante que las paredes debe ser el suelo, no podemos poner suelos muy oscuros puesto que restarán luminosidad a la estancia.

Debemos usar muebles con líneas limpias y finas, complementos ligeros que sean de cristal y de maderas claras, lámparas con pie fino, etc. Si añadimos baldas, deben ser del mismo color que la pared, para que de ese modo, lo veamos como un alargamiento de la pared y no como un corte en la misma, además, no debemos recargarlas con muchos objetos, pocos, sencillos y bien colocados.

Algo importante y que nos puede ayudar y mucho, son los muebles multitareas, es decir, un mueble en el salón que sirva para colocar la televisión pero que además cuente con cajones y espacios, por ejemplo para ‘esconder’ en él unos pufs que a la vez nos servirán de sillas, es aprovechar muy bien el espacio, o poner un baúl en vez de una mesita auxiliar y así también sirve para almacenar. Los espejos bien colocados, también pueden ayudar a ampliar los espacios.

Y por supuesto, una cosa fundamental a la hora de que el espacio se vea amplio es el orden, no podemos tener un salón pequeño con todo desordenado, hay que procurar guardar todo lo que no se utilice y dejar a la vista los elementos básicos que le den personalidad a nuestro salón pero que permitan que luzca amplio y armonioso.