
Comprar una casa es uno de los logros materiales más importantes que vamos a realizar en nuestra vida. Su valor no solo reside en la estructura sino en su contenido: electrodomésticos, joyas y muebles que vamos adquiriendo con nuestro esfuerzo y que además tienen un significado sentimental.
No es muy difÃcil pensar que este espacio tan preciado pueda sufrir daños graves:
Algo tan simple como un grifo abierto que inunda todo (si se vive en un piso, automáticamente también se inunda parte del edificio), un cortocircuito que súbitamente se transforma en incendio, un ladrón que entra a la casa y se lleva muchas de nuestras pertenencias. Escenas indeseables en las que nunca queremos pensar, pero que podrÃan suceder de manera inesperada.
¿Cómo podrÃamos recuperar el fruto de nuestro trabajo de años ante un imprevisto o accidente?
Un seguro de hogar nos permitirÃa reponer lo perdido, por lo cual es una herramienta útil que nos ayuda a proteger nuestro patrimonio e incluso el de la comunidad a la que pertenecemos.
Los seguros de hogar suelen ofrecer las siguientes coberturas:
El bien inmobiliario:
Algunas coberturas ofrecen respaldo ante cualquier daño que sufra tu casa o piso, ya sea por incendio o inundación. En estos casos es muy probable que los vecinos salgan afectados y ellos también podrÃan beneficiarse con esta previsión, siempre y cuando el daño haya sido causado por cualquier accidente con origen en tu hogar.
Bienes mobiliarios:
Uno de los accidentes más comunes que pueden afectar a nuestros mobiliarios (electrodomésticos, muebles o joyas) es el robo. Para que la póliza pueda cubrir estos objetos es esencial que informes a la aseguradora de su existencia en el momento de hacer la contratación.
Existen coberturas que incluso incluyen la cláusula de protección para arrendadores (pueden pagar hasta 12 meses de la deuda del inquilino). Si piensas alquilar tu vivienda, esta puede ser una opción para proteger tu rentabilidad.