El alquiler de un local comercial es distinto al arrendamiento de una vivienda y está regulado por el artículo 3.2 de la LAU (Ley de Arrendamientos Urbanos), en este caso se trata de un acuerdo en el que el propietario cede un inmueble a un inquilino que pagará una renta mensual para desarrollar una actividad comercial.

Al tratarse de un acuerdo que se rige por voluntad de las partes, hay cierta libertad para establecer derechos y obligaciones del contrato, sin embargo, hay algunas cláusulas que deben estar contenidas en este tipo de contrato.

En Treshabitat te contamos cuáles son las cláusulas imprescindibles a la hora de realizar un contrato de alquiler de un local comercial.

Como ocurre con todos los contratos, es imprescindible que queden por escrito los derechos y obligaciones de ambas partes y a ser posible, realizarlo con la ayuda de  un profesional para evitar malos entendidos. En el caso del contrato de alquiler de local comercial, estas son las cláusulas que deben contener como mínimo:

  • Datos personales del arrendador y del arrendatario.
  • Características del inmueble en alquiler, incluyendo su referencia catastral, la descripción, la ubicación, etc.
  • Indicar el importe de la renta y la fecha y forma de pago, en caso de no especificarlo se entiende que el pago se hará en efectivo y el arrendador tendrá que extender un justificante de pago al inquilino. En este punto también es importante indicar la revisión de la renta.
  • Establecer la duración del contrato, que en caso de no determinarse se considera un año.
  • Recoger cuál va a ser el uso del local y qué actividad comercial se va a desarrollar en él.
  • Incluir la cláusula de conservación del local para que se entregue en las mismas condiciones en las que se recibe, considerando que el propietario tendrá que realizar las reparaciones necesarias de conservación del local y el inquilino todas aquellas que se produzcan por su uso continuado. Aquí también se incluirían las mejoras que se pueden realizar en el local, estableciendo un derecho de indemnización al terminar el contrato o la reducción de la renta proporcional.
  • Indicar los gastos e impuestos que va a pagar cada una de las partes.
  • Establecer si el arrendatario puede ceder o subarrendar el local.
  • Recoger las cláusulas de resolución del contrato, tanto por parte del propietario como por parte del inquilino.
  • Por último, el derecho de indemnización del arrendatario si una vez transcurridos cinco años del contrato de alquiler, el inquilino no quiere renovar.